El método Konmari en Costa Rica no es muy conocido, aunque en otras partes del mundo sí. Konmari es una filosofía de orden y limpieza creada por la consultora japonesa Marie Kondo. Según los relatos de Kondo, Konmari ha servido a cientos de personas para ordenar sus diferentes espacios, y convertir el caos en orden casi perfecto.
Konmari está haciendo su ingreso a Costa Rica
El otro día estaba dando vueltas por Librería Internacional, y noté que ya estaban vendiendo el método Konmari en Costa Rica. El método se resume en el libro de Marie Kondo “La Magia del Orden”, o en inglés “The life changing magic of Tidying” (un poco más complicado el título).
A nivel mundial algunos minimalistas han adoptado el método Konmari como su filosofía minimalista, aunque existen criterios encontrados dependiendo de a quién se le pregunte. El método Konmari en Costa Rica también despierta criterios encontrados entre los minimalistas, hay quienes les encanta, hay quienes prefieren no ponerle atención.
Qué se puede lograr con Konmari?
Yo había descubierto el método Konmari cuando tuvo su salida el año pasado en Estados Unidos. Revisé el libro original, vi algunas referencias en Youtube, y decidí aplicarlo a ver qúe tal resultaba. En ese momento todavía no había comenzado a aplicar el minimalismo tan estrictamente para ordenar espacios, y me pareció una prueba interesante.
Tal y como lo describe el libro, los resultados fueron toneladas de bolsas de basura llenas de cosas. Seguí el orden de clasificación sugerido por Marie Kondo: ropa, libros, papeles, y luego misceláneos.
De ropa debo haber sacado fácilmente unas 5 bolsas de basura llenas. Libros no fueron demasiados. Papeles fue lo que verdaderamente se llevó el premio. Fácilmente debo haber producido unas 4 o 5 cajas llenas de papeles que fueron a dar al reciclaje. Konmari me dio una salida para hacer lo que tenía 10 años sin poder hacer: desechar todos los papeles acumulados, registros históricos, facturas, manuales de instrucciones… todo. De hecho fue tan extensiva la limpieza que mi scanner no dio abasto, y tuve que invertir en uno de mayor capacidad.
Y al final, efectivamente, mis espacios de trabajo y vivencia quedaron muy despejados. No puedo decir que totalmente despejados (todavía estoy trabajando en eso), pero si quedaron extremadamente despejados.
Me he arrepentido de la botada de cosas que hice empleando Konmari? Hasta el momento no. No me he arrepentido ni de la ropa, ni de los objetos, ni de los libros. Y tampoco he topado con la frustración de tener que sacar un papel del archivo, y topar con que lo boté hace varios meses. Como dice Marie Kondo, “eso no sucede”.
Incluso con algo tan sensible como CDs de drivers de mis dispositivos, no he tenido problemas. Y créanme: hice una botada monumental de CDs y DVDs. De hecho esa puede haber competido con la botada de papeles.
Y por supuesto no está de más mencionar que Marie Kondo tiene varios métodos interesantes para almacenar cosas. Las metodologías para doblar ropa y organizar objetos me parecen muy interesantes, y dan como resultado almacenes más limpios y con mayor accesibilidad.
Konmari es una corriente del minimalismo?
La diferencia fundamental entre Konmari y las filosofías minimalistas que andan por ahí es que Konmari es mucho más extremista cuando se trata de seleccionar qué cosas se quedan. En Konmari el criterio esencialmente es que lo que se queda, son los objetos que al sostenerlos durante unos segundos, causan una sensación inmediata de felicidad. Todo lo demás, incluso aquellos objetos que no estamos totalmente seguros de si traen felicidad o no, se desechan. No hay “voy a pensarlo” ni “talvez me sirva”… si inmediatamente no trae felicidad, se desecha.
Por supuesto los resultados de un método como este son muy notables y atraen mucha atención cuando se exponen. La mayor parte de los que lo intentan con el empeño sugerido por Marie Kondo, en cuestión de unos pocos días tienen docenas de bolsas de basura llenas de ropa, papeles, libros, fotografías, en fin. Como nada que no traiga inmediatamente felicidad se puede quedar, la gran mayoría de lo que tiene la gente en sus casas termina desechado.
Incluso los libros están sujetos al recorte extremista de Konmari. Lo cual es un punto donde muchos minimalistas se paran de uñas. Los libros son el santo grial de muchas personas, son de los pocos objetos que se almacenan por el valor que contienen en términos de conocimiento. Llegar de repente y decir que aunque sean libros, se tienen que ir a la basura es suficiente para inquietar a cualquiera.
Esto contrasta mucho con la filosofía minimalista moderna, que mide el valor de las cosas precisamente en esos términos: valor. Las cosas agregan valor o no agregan valor, no es tan simplista como Konmari que dice que las cosas generan felicidad o no. “Valor” es un término más amplio que felicidad, y pueden haber muchas cosas que no sobrevivan el criterio de Konmari, pero si sobrevivan al del minimalismo moderno.
Un curso de capacitación en derecho tributario puede no despertar mucha felicidad en la gente. De hecho todavía no he escuchado de nadie que estalle de la felicidad porque lo mandaron a llevar un curso de derecho tributario. Pero si es algo que agrega valor: agrega valor al currículo profesional de quien lo lleve. Si evaluáramos la conveniencia o no del curso de acuerdo con Konmari, deberíamos pasarlo por alto. Si lo evaluamos desde la perspectiva minimalista normal, es algo en lo que podemos considerar invertir nuestro tiempo.
“La magia del orden” de Marie Kondo, me parece, está mucho más orientado a ser un método de limpieza de objetos, y no una filosofía de vida. Comparte algunas cosas con la corriente minimalista, y ciertamente cuando se aplica con empeño es capaz de reducir a niveles manejables hasta los peores desórdenes. Pero no es algo que quisiera utilizar uno como criterio día tras día, y menos cuando se trata de tomar decisiones de vida que no conciernen objetos a desechar.
Incluso en ciertos casos puede ser riesgoso el método Konmari. Puede que alguien que esté buscando iniciarse en el minimalismo y que decida aplicar este método como primer paso, encuentre que se deshace de muchas cosas que en realidad sí agregaban valor a su vida, y que luego le hacen falta. No he escuchado historias de terror del método Konmari en Costa Rica, ni tampoco de otras partes del mundo vía Internet… pero, si se aplica indiscriminadamente, no estoy seguro de qué podría ocurrir.
Así que la respuesta a si Konmari es o no minimalismo, yo diría que es «no». Porque Konmari no es una filosofía de vida integral. Konmari es una herramienta, una herramienta que ciertamente puede caber dentro de una vida minimalista, pero no es un manual para aplicar diariamente… a menos que uno esté dispuesto a usar un poco la imaginación y extrapolar todo tipo de reglas de decisión basado en el libro.
Entonces, qué hacer con el método Konmari en Costa Rica?
Prúebenlo! No lo pasen por alto. Vale la pena echarle un vistazo al método de Marie Kondo, y aplicarlo hasta donde se sientan cómodos. E incluso un poco más allá, porque típicamente uno pone su zona de confort mucho antes de lo que debería estar. Si ya tienen algo de experiencia con planear una vida minimalista, y buscar el valor en las cosas, prueben aplicar con empeño y dedicación en método Konmari… de seguro les será provechoso.
Si apenas están iniciándose en el estilo de vida minimalista, también pueden revisarlo, pero con un poco más de cuidado. Recuerden que Konmari no es necesariamente una filosofía de vida ni un set de reglas para vivir, es una herramienta de decisión principalmente para hacer limpieza de cosas. El método es muy fácil, y muy simplista, y es ahí donde puede estar el riesgo de aplicarlo, si no han entendido por completo el tema de quedarse con lo que agrega valor en sus vidas.
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