La siguiente lección que tenemos que aprender en nuestro camino minimalista tiene que ver con uno de sus temas importantes que a todos nos afecta: el dinero.
Estoy seguro que muchos de los que están en esta comunidad minimalista, llegaron aquí buscando solucionar sus problemas financieros. Y talvez deshacerse de algunas de las deudas que los están agobiando.
Y es que actualmente ese pareciera ser el estándar: la gente vive endeudada, toda su vida. Más endeudada de lo que jamás podría imaginarse, sin haber una salida a ese endeudamiento crónico.
Salir de deudas, con el minimalismo
Lo primero que vamos a aprender en este camino, es que no hay una forma mágica y fácil de salir de las deudas. Desconfíen de cualquiera que les prometa desaparecer sus deudas. Ni siquiera el minimalismo tiene una solución mágica para el endeudamiento, porque ese tema es matemática pura: si gastan más de lo que tienen, falta dinero, que luego tendrán que reponer. No hay forma de desaparecer esa deuda, que no sea pagándola.
Lo que sí nos el minimalismo son criterios, que nos pueden ayudar a manejar mejor las deudas y a no meternos en más problemas. Y esa puede ser la diferencia entre hacer un cambio que nos permita mejorar nuestra situación, o terminar de hundirnos y nunca poder salir.
Por qué nos endeudamos?
Porque nos endeudamos? Nos endeudamos para consumir, de eso no hay duda. Lo sorprendente es que en la mayor parte de los casos nos endeudamos para consumir cosas que en realidad no ocupamos. Si evaluamos nuestros gastos, nos daremos cuenta que aquellos gastos sin los cuales no podríamos vivir (comida, casa, salud, transporte) son bajos en comparación con todos los gastos sin los cuales sí podemos vivir. Todos esos gastos que representan cosas que consumimos, pero que en realidad no necesitamos.
Peor aún, muchos de esos gastos superfluos los pagamos con deuda, generalmente nuestras tarjetas de crédito.
Primera lección minimalista de hoy: ninguna deuda es buena.
Hay algunas deudas necesarias, hay algunas deudas que representan inversiones, pero en definitiva no podemos decir que haya deuda buena. Porque cualquier deuda, sin importar de qué sea, va a atarnos. Y a futuro puede salirse de control. Pregúntenle a cualquiera que haya pasado por ahí: las deudas empiezan siendo buenas intenciones, y al final se convierten en monstruos imposibles de controlar.
Como salir de las deudas
Segunda lección minimalista de hoy: las deudas desaparecen, cuando gastamos menos de lo que tenemos.
Siempre que digo esa frase, las personas piensan “eso es obvio no hay que ir a la universidad para saber eso”.
A lo cual yo respondo: si es tan obvio por qué todo el mundo está endeudado, por hacer exactamente lo opuesto?
Pueden dar muchas justificaciones: los hijos, la casa, el auto… pero en realidad, el consumo desmedido es lo que tiene a la gente en esa situación. Todo el mundo quiere consumir todo lo que les ponen al frente. No importa si lo necesitan o no, consumen lo que sea. Mientras vaya con una justificación no muy descabellada, lo compran.
Y si no me creen, pregúntenle a cualquier supermercado cuántos litros de agua embotellada venden a la semana. Es agua. De la misma que sale del tubo.
Y la gente la va a comprar al supermercado porque les dijeron que tenían que hacerlo!
El consumo no es malo. Lo malo es el exceso desmedido. Lo malo es consumir sin una razón verdadera: gastar el dinero porque «ahí está, y hay que gastarlo». Eso es lo que nos mete en problemas.
Y es ahí donde entra a jugar el minimalismo. El minimalismo nos da una regla, para medir si lo que estamos consumiendo verdaderamente lo necesitamos. Hacerse una pregunta tan simple como “aporta esto suficiente valor a mi vida?” antes de comprar cualquier cosa, nos puede evitar muchísimos gastos innecesarios. Y eso significa que tenemos una mayor parte de nuestro ingreso disponible, automáticamente.
Esa es la tercera lección minimalista de hoy: la mejor forma de conseguir un aumento de ingreso, es gastar menos.
Si son cuidadosos con sus gastos, y llegan a final de mes con dinero en la bolsa, ese dinero puede ir compensando la deuda que tienen acumulada. Y poco a poco, verán que sus estados de cuenta se vuelven más positivos. Cambiaron el rumbo de su situación, con solo cambiar su forma de consumir.
Hay que ser estrictos a la hora de gastar nuestro dinero. El mundo no nos va a decir que tengamos cuidado. Todo lo contrario: nos va a decir que gastemos todo lo imaginable, para comprarle los productos que nos pone al frente. Está en nosotros entender que no podemos hacerlo, y cuidar nuestro dinero.
Una estrategia para salir de deudas
La mejor estrategia para salir de deudas tiene tres pasos: refinanciar, planear y controlar.
Primero, tenemos que quitarnos de encima las deudas de alto interés, principalmente las tarjetas de crédito. Hay muchos bancos que nos pueden convertir las deudas de tarjeta de crédito, en préstamos personales con tasas mucho más favorables. O en algunas partes hay programas de asistencia para endeudamientos, donde hay préstamos específicamente creados para que la gente pueda salir adelante.
Consulte estrategias para refinanciar con un asesor de confianza, de hecho en su empresa probablemente haya uno trabajando en el departamento administrativo. Y si no lo hay, de seguro tendrán algún contacto que lo pueda asesorar.
Trate de no buscar asesoría financiera en los bancos directamente, porque sucederá lo evidente: le darán las recomendaciones que mejor negocio sean para ellos.
El segundo paso, es planear nuestros gastos cuidadosamente. Aquí volvemos al tema de no gastar más de lo que tenemos, y además todos los meses hacer un aporte para reducir nuestras deudas. Nuevamente, lo más importante es hacer solo los gastos que realmente aportan a nuestra vida y necesidades, todos los demás gastos, quedan sobrando.
Y el tercer paso es ponerle atención a los números. Todos los meses, vea qué está pasando con sus deudas. Su banco le enviará estados de cuenta, revíselos. Si está haciendo las cosas como debe ser, verá que cada mes baja su deuda… si por algún motivo aumenta, revise con cuidado, porque algo no funcionó y tiene que corregirlo.
No hay forma mágica para salir de las deudas, pero sí puede cambiar sus hábitos de consumo para ir liberándose de ellas. Elimine el consumo desmedido, que es la raíz del problema, planifique sus gastos con cuidado, y verá como las deudas van cayendo por su propio peso.