Ser minimalista nos da muchísimos beneficios en nuestros vidas. Es una de esas filosofías de vida que verdaderamente funciona: en todos los casos y estilos de vida!
El principal beneficio de ser minimalista tiene que ver con la inversión que hacemos de nuestro tiempo y nuestros recursos. Cuando aprendemos a buscar sólo aquellas cosas que agregan valor a nuestras vidas, logramos optimizar nuestro uso de recursos económicos y del tiempo. Ya no perdemos tiempo y dinero buscando cosas que en realidad no aportan nuestras vidas, sino que empezamos a pensar siempre antes de hacer una inversión, si vale la pena de acuerdo con las metas y objetivos personales que tengamos.
Los minimalistas lo saben bien: el tiempo es nuestro recurso más valioso
El recurso más limitado con el que cuentan todas las personas en este planeta es el tiempo. No es el dinero. No son las posesiones materiales. Es el tiempo… porque al principio de nuestros días, a todos se nos asigna una cantidad limitada, y el tiempo que perdemos no hay forma de recuperarlo.
El minimalismo nos enseña a invertir ese recurso tan valioso: el tiempo, solo en aquellas cosas que aportan realmente a nuestra vida. Bajo una filosofía de vida minimalista podremos entender más fácilmente y convencernos, de la importancia de cosas como hacer ejercicio, la lectura, y el aprendizaje continuo. Cuando hemos silenciado lo que está metiendo ruido en nuestras vidas, podemos escuchar más fácilmente lo que verdaderamente importa.
No les voy a decir que si uno se vuelve minimalista automáticamente se convierte en deportista y aficionado al estudio, esa es una fantasía. Pero sí se vuelve mucho más fácil ver la importancia de esas actividades, y convencerse para cambiar los hábitos de vida!
El dinero y el minimalismo
Otro beneficio que se obtiene al ser minimalista, es que optimizamos el uso de nuestro dinero. El dinero suele ser un dolor de cabeza en la vida de todo el mundo. Todo el mundo. Los que no lo tienen sufren porque no lo tienen, y los que lo tienen sufren porque se les va más rápido de lo que imaginan, sin traerles satisfacción.
Millones y millones de personas en todo el mundo se encuentran endeudadas más allá de su capacidad de pago. Diariamente sufren todos los problemas que les acarrean esas deudas, y no ven salida posible a su situación. El minimalismo también nos ayuda a orientarnos en estas situaciones. Nos ayuda a entender que no hay suficiente dinero en este mundo para comprar todo lo que nos pretenden vender. Es un ciclo sin fin: somos el burro persiguiendo la zanahoria que nos ponen al frente, que nunca vamos a poder alcanzar.
El minimalismo nos enseña que el dinero lo debemos emplear discretamente… en aquellas cosas que verdaderamente importan. No todo lo que nos ofrecen nos trae satisfacción, y si algo no nos trae satisfacción, es mejor pasarlo por alto.
La mejor forma de tener más dinero, es dejar de gastarlo.
El minimalismo nos enseña que menos, es más
Ser minimalista significa dejar de complicarnos la vida. En un mundo en que la vida es complicada, no vale la pena complicarnos más. Una vida simple, significa que tenemos más tiempo y más recursos para resolver las cosas importantes, aquello que realmente nos agrega calidad de vida y experiencias positivas.
El minimalismo nos permite salir de todo ese ruido que tiene la vida, y descubrir el camino por el que realmente queremos andar.
Genial artículo. ?