Aprendiendo minimalismo, paso 1- el closet

Vengo a proponerles un reto que les ayudará a dar los primeros pasos, para simplificar su vida y deshacerse de cosas innecesarias. Es un reto muy simple, que no requiere de mayor esfuerzo ni conocimiento. Pero si los va a sacar de su zona de confort. El viaje de mil millas comienza con un solo paso: lo que vamos a hacer es dar ese paso.

Ocupan algo muy fácil de conseguir: una caja de cartón o una bolsa de basura. Imagino que con esas palabras, ya se salieron de su zona de confort y se pusieron nerviososo. No importa, sigan adelante.

El reto de hoy es el siguiente: piensen por un instante en algo que hayan comprado que les provoque una felicidad inmensa que cada vez que lo ven. De esas cosas con las que se sienten plenamente satisfechos y contentos.  Puede ser cualquier cosa, lo importante es que identifiquen el sentimiento de felicidad que les provoca. Recuerden ese sentimiento, recuerden esa forma en que los hace sonreir inmediatamente cada vez que lo tienen. Incluso, por qué no, puede ser un alguien en vez de un algo. Tienen un mascota favorita que los haga tremendamente felices? Se vale!

Ahora, vayan a su clóset. Ojalá a la parte del clóset que tengan más de llena de ropa y que esté a punto de explotar. Esa parte del clóset a la que nunca se acercan, de sólo pensar en el mar de cosas que hay ahí.

De ese sector elijan un objeto, al azar. Uno sólo, y que sea de ustedes: no se vale hacer este reto con las pertenencias de los demás! Puede ser una blusa, una camisa, un par de zapatos, lo que tengan a mano. Cierren el clóset, tomen el objeto que seleccionaron en sus manos y vean si les genera ese mismo sentimiento de felicidad  de hace unos minutos. Específicamente estoy hablando de ese sentimiento de felicidad absoluta, el mismo que recordaron y no otro.

Sí efectivamente sostener el objeto en sus manos y tenerlo frente a ustedes les vuelve a generar esa sensación de felicidad, ni hablar. Pueden devolverlo al clóset. Búsquenle un lugar preferencial, a la vista, donde puedan disfrutar de él continuamente y en donde nunca se les vaya olvidar que lo tienen. Las pertenencias que nos hacen muy felices, deberían ser las más accesibles en nuestros espacios. Es una lástima tenerlas escondidas bajo de un montón de cosas más.

Pero si en cambio no tienen esa sensación de felicidad absoluta, sino que es más un sentimiento de “tengo este objeto y no me está haciendo daño, supongo que se quedará conmigo porque algún día podría ser útil”… deténganse. Ese es un objeto que no les está aportando valor, y debe seguir su camino. Pónganlo en la bolsa o en la caja, y sáquenlo de su vida.

La única excepción que les permito a la regla, es si el objeto les está generando dinero, o si lo necesitan para vivir. Si sacaron del closet el collar de 4 generaciones que en este momento tiene un valor de mercado de $25.000, el uniforme que usan para trabajar todos los días, o la caja de los medicamentos que ocupan tomar, pues, no les recomiendo ponerlos en la bolsa definitivamente! El minimalismo mejora mucho nuestra vida, pero nosotros tenemos que aportar sentido común a la ecuación!

Ahora tomen la bolsa o la caja, y sáquenla de la habitación. Pónganla en algún rincón o en algún lado, donde no les va a ser accesible. Y olvídense de que existe. Consideren que lo que está ahí dentro, ya no es de ustedes.

Con eso, han terminado el reto minimalista de hoy. Aprendieron a identificar los objetos que agregan valor y felicidad a su vida, y aprendieron que esos objetos son los primeros que tenemos que ver cuando entramos a nuestros espacios. Y además, todos los objetos que no nos aportan felicidad, tienen que irse… debemos sacarlos de inmediato de nuestra vida.

Ese es de los primeros pasos en el minimalismo: purgar objetos innecesarios en nuestra vida. Con los años acumulamos muchísimas cosas, y la gran mayoría no nos aportan nada excepto desorden y preocupación. Hay que dejarse solo aquello que realmente queremos, y realmente nos hace felices.