Quien crea que el minimalismo como filosofía de vida implica no tener posesiones materiales, ni casa, ni automóvil, está equivocado. El minimalismo es una filosofía de moderación, no de carencia.
Somos minimalistas, no somos monjes de claustro.
El minimalismo no busca evitar el consumo, busca evitar el consumo sin sentido, o el consumo en exceso.
Porque al fin y al cabo, eso es lo que verdaderamente hace daño: consumir y comprar, por consumir y comprar. Así es como la gente va acumulando un montón de cosas que no usa, así es como va acumulando un montón de deudas en tarjetas de crédito, y así es como la gran inversión que hace de tiempo y dinero, al fin no le trae satisfacción.
No tiene nada de malo consumir y comprar cosas (o experiencias!) que verdaderamente nos aporten valor y nos hagan felices. Todo lo contrario: debemos invertir en esas cosas que nos traen felicidad duradera, y con las cuales sentimos que nuestro dinero y sobre todo, nuestro tiempo, está bien utilizado.
Hay gente a la que los automóviles la hacen feliz. Y cada minuto que pasan dentro de automóvil preferido es una experiencia sin igual. Gente que no puede esperar a la siguiente vez que tenga que montarse en su automóvil. Y eso no tiene nada de malo.
Hay gente a la que le encanta el cine, y no se pierde ningún estreno… son los primeros en fila el día del evento. A otros les encanta el vino y felizmente gastan $100 para obtener la botella de temporada más codiciada. Otros invierten miles de dólares, para ir hasta el otro lado del planeta y pasar un mes caminando entre la montaña.
Y ninguno de ellos está equivocado, si lo que hacen y lo que tienen les trae felicidad duradera.
El minimalismo no dice que no se pueda tener automóvil o casa o televisión por cable. El minimalismo no nos dice qué podemos tener y qué no podemos tener. Simplemente nos dice: tenga las cosas que lo hacen feliz, y todo lo demás, déjelo. Tenga todo aquello, que vale la pena tener. Y esas cosas varían de persona a persona. A alguien le gustan los celulares, otra persona los odia. A alguien le gusta viajar a la playa, otras personas lo evitan sobre todas las cosas. Así de diversos somos.
Por qué los minimalistas tienen automóviles? Porque les aportan valor y los hacen felices.
Por qué los minimalistas tienen televisión por cable? Porque les aporta valor y los hace felices.
Somos minimalistas… buscamos la felicidad.
Y la felicidad no está en la carencia o en la ausencia de posesiones materiales. Está en tener aquello que nos haga realmente felices, y no más que eso.